11 marzo 2016

Destierro

La droga con que me anestesio
no es de una materia distinta con la que fabrica el ensueño,
de ahí que la pesadilla se encarne tomándote de modelo
cuando a tu lado vuelvo.
Y aún sin tu presencia
te llevo de mí prendido como un incendio,
a veces tímido y discreto,
otras violento y siniestro.
Pero no hay peor destierro
que el de no dejarme morir bajo tu aliento.

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