23 agosto 2015

Algunas noches


Los efectos en la personalidad que causan algunas noches, hoy, no tengo duda de que se relacionan con la “hora del lobo”; la temperatura del cuerpo falla, la voz cambia y la mente es poseída por el espíritu de quienes acaban de morir. Debe tratarse de una interferencia semejante a la radiofónica, porque parece imposible pensar y escuchar la propia voz interior. Las ideas son trastocadas y nos abandonamos, inconscientes, a la voluntad de quienes sueñan, o peor, como dije, a la de quienes acaban de morir. Por eso, es mejor guardar silencio, dormir, permanecer quieto, y no sucumbir a la tentación de poner a prueba nuestro autocontrol.

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