Escribí este pequeño artículo hace unos años, lo comparto ahora por acá.
Sound
is almost like a drug. It's so pure that when it goes in you ears,
David Lynch
La música en el cine es imprescindible en la emisión emotiva que
acompaña una historia. Como prueba sólo hay que ver una escena de acción o
suspenso sin audio; hace que la atmósfera cambie por completo. Aún así, a lo largo del tiempo, la música ha
pasado de cumplir esta función emotiva, a ser, hoy en día, una parte
imprescindible de la narrativa fílmica para sostener los discursos planteados
por el director o introducir unos nuevos, de ahí que muchas veces venga a
nuestra mente la frase “¡qué buen soundtrack!”, claro que nuestro gusto
influye, pero el preciso momento de poner tal o cuál canción es lo que hace la
diferencia entre películas que pasan desapercibidas y momentos entrañables que
asociamos a una pieza determinada –como sucede con “Misourlu”, pieza de música
judía vuelta surf en Pulp Fiction– y
eso enaltece la calidad de la obra fílmica y de su director. Tal es el caso del
cine de David Lynch, uno de los directores más fascinantes de nuestro tiempo y
pionero en el manejo de éste tipo de narrativa, particularmente en la cinta Lost Highway.
El cine de David Lynch se define en gran parte por el carácter
único de las atmósferas que lo construye, ya que, con sólo mirar unos minutos,
uno puede identificar su estilo. Lost
highway a diferencia de otras películas, pienso, es la que mejor condensa
los elementos del cine del director por encontrarse en un punto de madurez sin
exceder el uso de recursos narrativos como le ocurre en Inland Empire.
Claro que, la música, ya había sido utilizada como recurso
discursivo desde su debut en Eraserhead,
con esa melodía que todos recordamos: “In heaven everything is fine” en donde
se plantea el tema del escape, visto a través del suicidio o la locura; las
posturas varían al respecto. En Wild at
heart, vuelve memorable una escena de road
trip a ritmo de “Wicked game”, o en la cinta Blue Velvet, nombre de una canción de la década de los 50 que
coverea Isabella Rosellini donde la música complementa el discurso del amor
corrupto –opuesto a la letra– y lo
transforma en algo mucho más oscuro y profundo, además de volver a la vida la
música de Roy Orbison, especialmente la pieza “In dreams”.
Pero volviendo a Lost
highway, ésta, se estructura con la forma de la cinta
de Moebius en donde la primera cara contará la historia de Fred Madison y
Renee, mientras la otra, se encargará de la de Pete Dayton y Alice, ambas
perfectamente entrelazadas gracias a la
música y a la presencia de un “hombre misterioso”.
Fred Madison, un saxofonista, asesina a su esposa Renée, a la que
no consigue satisfacer sexualmente, tras un ataque de celos que involucra a un
mafioso de la industria del porno con quien ella mantuvo relación, Dick Laurent
(que sólo se menciona pero jamás aparece en pantalla) y, a Andy, amigo de Renée
y empleado de Laurent.
En términos simples la cinta se puede resumir como el escape de un
hombre de la culpa por haber asesinado a su esposa, un escape que se verá
truncado por los recuerdos de su crimen, en gran medida traídos de vuelta por
medio de canciones.
La historia principal se mueve gracias a paralelismos y marcas discursivas
que la música va señalando para definir el sentido de la historia, o al menos,
uno de tantos, ya que una de las virtudes de David Lynch es la creación de
diversas posibilidades interpretativas y eso, es lo que la distingue de otro
tipo de estructuras narrativas. Angelo Badalamenti compone la mayor parte de la
música para Lost highway, aunque las
piezas musicales que se vuelven entrañables en su mayoría, pertenecen a la
selección hecha por Lynch de otros artistas, casi todos rockeros y cumplen
funciones específicas, a continuación muestro algunas de ellas:
Red bats with teeth es una pieza de
jazz de Badalamenti que suena casi al principio de la película y representa el
desfogue del deseo sexual del protagonista Fred Madison quien la interpreta en
un bar de música lounge donde trabaja mientras su esposa se va con alguien más,
pero también representa su sentimiento de culpa cuando se ha desdoblado en
Pete. El tópico de la culpa se manifiesta en la segunda historia con malestares
físicos al escucharla el protagonista mientras está en su trabajo reparando un
auto (fuertes dolores de cabeza). Es así como Lynch corrompe el concepto de catarsis
y lo vuelve pesadumbre que atrae la desgracia. Aunque el nexo es evidente,
pues, si Fred hubiese podido satisfacer a su esposa y a sí mismo, no hubiese
habido asesinato, al final, son las dos caras de la misma moneda.
Song to the siren del grupo This
mortal coil es una pieza importante ya que representa el discurso de la imposibilidad
de concretar el acto sexual. El paralelismo ocurre en el momento del placer
sexual no concluido que experimentan tanto con Fred como Pete por la misma
figura femenina. Es un discurso trágico que anuncia que sin importar cuántas
veces Fred sea otro, está condenado a no poseerla.
Something
this way comes de Barry Adamson es, me parece, una de las piezas
más importantes y que suele pasar desapercibida ya que su función principal es
situar al espectador en la atmósfera de una fiesta, no cualquier fiesta, sino
la organizada por un hombre que trabaja para la industria del porno. Quizá a
algunos les parezca familiar el título y no sería coincidencia, ya que ha sido
inmortalizada por la literatura de William Shakespeare en la tragedia de
Macbeth: "By the pricking of my thumbs, something wicked this way
comes" es la línea de una de las weird sisters, tres
brujas que funcionan como oráculo para Macbeth; a raíz de sus designios, la
tragedia se desarrolla con fluidez. Asimismo, la
inserción de esa pieza musical en la película entra a la par del “hombre
misterioso”, que hace las veces de oráculo de Fred antes de llevar a cabo el
asesinato. Es interesante la relación porque de este modo, Lynch, voluntaria o
involuntariamente, es imposible que estemos seguros de ello, se apropia del
discurso de la tragedia de Macbeth y lo plasma en una obra de arte
completamente diferente y fresca.
This magic moment de Lou Reed es utilizada para enaltecer la
figura femenina de Alice cuando aparece por primera vez ante Pete. El título de
la canción, la letra y la escena, se adecúan de manera perfecta y encajan con
el ritmo de las imágenes proyectadas en slow
motion en un acto simple: ella bajando del auto moviendo su cabellera platinada
mientras Dick Laurent se interpone –física y simbólicamente–, entre ella
(llámese Renée o Alice) y él (Fred Madison o Pete). Es así, que la
mujer se vuelve un ideal y por lo tanto inalcanzable.
Por supuesto hay otras canciones que se vuelven memorables a lo
largo de la película, pero resultaría ocioso describir cada una de ellas,
prefiero dejar la recomendación, ya que tanto su estructura como las funciones
musicales, ya sea a modo de paralelismo discursivo, apropiación o reinvención
del mismo o algún otro, representan una innovación en el cine de nuestro
tiempo.
Lost highway OST
Tracklist
2. Trent Reznor
: "Videodrones"
4. Angelo
Badalamenti : "Red Bats With Teeth"
5. Angelo
Badalamenti : "Haunting and Heartbreaking"
7. Angelo
Badalamenti : "Dub Driving"
8. Barry
Adamson : "Mr. Eddy's Theme 1"
10. Barry
Adamson : "Mr. Eddy's Theme 2"
11. Angelo
Badalamenti : "Fred and Renee Make Love"
13. Antonio
Carlos Jobim : "Insensatez"
14. Barry
Adamson : "Something Wicked This Way Comes" (edit)
16. Angelo
Badalamenti : "Fats Revisited"
17. Angelo
Badalamenti : "Fred's World"
19. Barry
Adamson : "Hollywood Sunset"
21. Angelo
Badalamenti : "Police"
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