Hace cerca de un año deje de escribir por acá, poco antes de
cumplir cinco años en este blog, ¿por qué?, no lo sé con certeza, una serie de
eventos desafortunados, dirían algunos. Sin embargo, en los últimos meses he
sentido la necesidad de tener un espacio para decir cosas, especialmente ahora
que, en teoría, tenemos más espacios de “libre expresión” en donde a nadie le
importa lo que tienes que decir. Las cosas y la información llegan a nuestros
ojos de manera tan rápida que no nos damos tiempo de asimilar siquiera lo que
ocurre a la vuelta de la esquina. Y es que, si me lo preguntan, me parecen
mucho más interesantes las cosas que la gente tiene que decir afuera de la
virtualidad, por irónico que resulte venir a decirlo acá. Ni Facebook ni Twitter
han llenado el hueco que la satisfacción que hace un par de años me proveía
venir a descargar un poco de mi cotidianidad, por eso regreso, sin cohetes y
fiestas. Sólo así, como una antena más.
2 comentarios:
Abandonémoslo todo. Volvamos a los caminos... y tomemos la red.
Sí, ¡retomemos el imperio de los blogs!
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