22 diciembre 2016

La luz tenía una forma propia de acostumbrarse a su rostro.

Amistades y cumpleaños

20 diciembre 2016

Hoy es el cumpleaños de mi mejor amigo y pensé que sería lindo escribir algo sobre él, aunque me daría una pena tremenda que lo leyera, pero como eso es poco probable, me voy a animar a contarles un poco sobre una de las personas más bonitas que he tenido el gusto de conocer.
Primero, quisiera hablar un poco sobre cómo nos conocimos:
Como me ha sucedido, con casi todas las personas importantes en mi vida, él y yo nos conocimos gracias a la virtualidad, cuando FB no era tan popular pero ya se gestaban algunos grupos de amigos en la red. Recuerdo haber recibido su solicitud de amistad y haberla aceptado al ver que teníamos amigos en común, y no porque realmente lo conociera. En esos años (sí, no son tantos, aunque la tecnología nos obliga a creer que sí) todavía existía MSN y fue por ese medio que comenzamos a platicar. Su nombre era Luis, pero para mí siempre será Luiso.
Recuerdo que tuvimos buena química desde el principio, ya que compartimos el mismo tipo de humor y probablemente una visión un poquito pesimista de la vida, aunque no demasiado. Y finalmente nos vimos en la facultad, pues ambos estudiábamos Letras Hispánicas en CU. Es gracioso, porque cuando uno va al pasado resulta más difícil escarbar sobre recuerdos de la gente que se vuelve más importante, y debe ser porque cuando eres feliz estás menos atento a los detalles, analizas menos y sólo te dejas llevar por el momento. En cambio, cuando estás un poco triste o decaído, tiendes a observarlo todo, a sobre analizar y a tratar de guardar cada palabra, cada gesto, porque es una forma de evitar que te hieran.
Lo cierto es que nunca tuvimos muchos recuerdos en fiestas ni salidas, ya que no compartíamos el grupo de amigos, aunque eventualmente lo presenté a mis amigas y él a las suyas. Actualmente las veo y he llegado a tomarles cariño también, pero siempre fue claro que la amistad fuerte era hacia él.
La virtualidad ha sido siempre nuestra aliada, pues desde hace 6 años no hemos dejado de hablar y hablar y hablar, y compartir libros, y música e historias. A veces pienso que sabe mejor mi vida que algunas de las parejas que he tenido, pues está más próximo a ser un hermano y jamás me ha decepcionado, y no, no por ello creo que no pueda suceder, pero entra en otra categoría. 
Él casi no habla sobre sí mismo, pero no es necesario, porque entiendo bien lo que siente y cómo piensa. A veces puede llegar a ser duro, pero estoy segura que siempre hay una razón detrás de eso. A poquísimas personas les he escrito cuentos y él es una de ellas. En un año tendrá 30 y nuestra amistad cumplirá siete años; recuerdo haber leído en algún lugar que después de esa fecha las amistades duran toda la vida. Creo que de ser así seríamos muy afortunados.
Hoy celebro su existencia y el habernos encontrado.

2016 last strike

19 diciembre 2016




El fin de año termina y me siento feliz por ello. Siempre es una buena oportunidad para dejar toda la basura que se acumuló a lo largo de los meses. En lo que a mí respecta, he acumulado tanto aprendizaje como sinsabores; incluso me arriesgo a confesar que he aprendido de mí más que ningún año previo que pueda recordar, pero no sin dolor y un (no tan poquito) de sangre, literal y metafóricamente.
Crecer implicar sangrar y aprender por dónde no volver a pisar para no caer, o al menos a poner las manos y hacernos el menor daño posible.

Watching me fall - The Cure

12 diciembre 2016


Parece que llevo años viéndome caer
empequeñeciéndome, desapareciendo
resbalando de mi mundo ordinario, de mis ojos ordinarios
sí, resbalando de mi yo ordinario hacia la vida de alguien más.

Hay una pequeña y delgada luna y la nieve comienza a caer
y las luces neón de Tokio parpadean través de la multitud
he estado a la deriva por horas y estoy perdido y cansado
cuando un susurro en el oído insaciable murmura:
“¿por qué no vienes conmigo?”.

Y la habitación es pequeña, brillante
su cabello es negro, la cama blanca
y la noche siempre es joven
siempre joven.

He estado mirándolos desnudarse hasta los huesos en espejo en la pared
viéndola  engullírselo por completo; como si no se tratara de mí en absoluto.
Sujeta sus manos y sigo con la mirada su descenso por mis rodillas
y su sonrisa insaciable que me bebe:
“te olvidarás de ti mismo en mí”.

Y la habitación es pequeña, es brillante
su cabello es negro, la cama blanca
y la noche nunca termina
nunca termina
y entonces se ha ido.

Es un nuevo y frío día y afuera la nieve sigue cayendo
y sobre la sangrienta cama de Tokio me veo regresar
ella lo atrae durante horas
tan profundamente como jamás se había visto.

Y mientras caigo en el espejo de la pared
me veo gritar.


Sí, me he visto partir, ahora parece que desde hace años
viendo cómo me vuelvo lento, me veo desaparecer
y un día, lo sé, no volveré
y siempre una y otra vez en sus ojos ordinarios
me veo caer
me veo caer
me veo caer.

 
Designed by Lena Graphics by Elie Lash